Habitualmente se ha tendido a concebir las naves industriales como un tipo de construcciones en la que no resulta importante la apariencia, al verse como edificaciones eminentemente prácticas, aunque esa dicotomía entre la vertiente funcional y la estética actualmente no tiene ya cabida.
Así, la arquitectura industrial,como cualquier otra rama, puede conciliar a la perfección un diseño atractivo con la dotación a los edificios de todos los elementos funcionales que precisen, para que puedan desarrollar la actividad de producción o almacenaje a la que estén destinados.
Edificios de arquitectura industrial que están considerados como obras de arte
La mejor prueba de ello, es el hecho de que ciertas construcciones pretéritas de la arquitectura industrial de orientación eminentemente práctica estén consideradas como obras de arte emblemáticas: la fábrica Fagus de Walter Gropius, la AEG de Berlín de Peter Behrens, o la planta FIAT de Turín, Giacomo Mattè Trucco, serían solo algunos ejemplos de los abundantes que hay.
También los tenemos en España, donde podemos encontrar plantas de producción como el edificio de la antigua Tabacalera, o fábricas de cervezas como la del Águila. Pero también, edificios como la Central Eléctrica del Mediodía, o el Matadero y Mercado Municipal de Ganados de Madrid, pese a que su uso originario pueda parecer en las antípodas al valor artístico que tienen actualmente, por mucho que los mismos hayan sido reformados y destinados a otros fines.
La arquitectura industrial como símbolo identitario
A veces, incluso, la arquitectura industrial va todavía más allá de la dimensión artística, y se convierte en un símbolo identitario, tal y como ocurre en Molina de Segura, la localidad en la que Anovel Ingeniería tiene su sede. En este municipio, varias antiguas chimeneas de la industria conservera han sido preservadas como monumento histórico que da fe del pasado más inmediato de la localidad, que creció en la segunda mitad del siglo XX impulsada por la actividad que se desarrollaba en estas fábricas.
La arquitectura industrial actual cuida la imagen corporativa
Con todo, la conciliación de funcionalidad y estética en la arquitectura industrial actual se sitúa al margen de preocupaciones artísticas, ya que la fábrica o cualquier construcción de una empresa emerge como uno de los principales signos distintivos de la misma, que sirve para proyectar una determinada imagen ante clientes y administraciones.
Así, vemos que se trata de un instrumento muy poderoso para erigir el branding de marca, resultando en este sentido un emblema físico y rotundo, en contraposición a la liquidez de otros elementos del marketing corporativo.
Todo ello, sin perder de vista los preceptivos requisitos funcionales que el edificio ha de cumplir, para dar una plena respuesta a las necesidades específicas de la actividad que se desarrolla, ya sea esta productiva, de almacenaje, reparativa..
La arquitectura industrial debe armonizar funcionalidad, eficiencia y estética
Pero todavía más, no se trataría tan solo de conjugar funcionalidad y estética, al entrar en juego también una cuestión medular como es la de la eficiencia energética, en consonancia con los preocupaciones ambientales actuales, y los problemas acuciantes derivados de la escalada de los costes de los suministros.
Esto aboca a plantear el diseño de plantas y naves industriales bajo los principios de la arquitectura sostenible, buscando conferir a los edificios el máximo aislamiento térmico para reducir sus necesidades energéticas. Para conseguir este objetivo, se implementan muchos recursos, que van desde el uso de soluciones constructivas como la fachadas ventiladas hasta el de materiales con las propiedades adecuadas. Mientras que los interiores se diseñan con la vista puesta en que puedan alojar los sistemas de climatización más eficientes.
El triple reto que tiene la arquitectura industrial actual
Así, vemos que construir naves industriales actualmente supone un triple reto: funcional, energético y estético.
Un desafío al que solo pueden responder empresas especializadas en arquitectura industrial como Anovel Ingeniería, que acumula décadas de experiencia construyendo plantas y naves industriales para empresas de una gran variedad de sectores de actividad.
De este modo, aportamos un saber hacer aquilatado a lo largo de muchos años de trayectoria, y al que añadimos el despliegue de los mejores recursos; los humanos de sendos departamentos de arquitectura e ingeniería; pero también los técnicos, ya que trabajamos con las tecnologías más vanguardistas para el modelado 3D, el cálculo avanzado, la topografía y la ingeniería de detalle.
Por todo ello, somos un referente para construcción de naves industriales que reúnan los requisitos funcionales, energéticos y estéticos que requieren las empresas actuales.
Si precisas una nueva nave no dudes en confiar en unos especialistas en construcción industrial que se distinguen por erigir edificios con alma propia. ¡Contacta con nosotros, nos avala la satisfacción de infinidad de clientes!