La elección de la modalidad más idónea de cubierta para la nave industrial que se va a construir es una de las decisiones más importantes en proyectos de esta índole, debiéndose de atender a aspectos como las características físicas y ambientales del lugar de ubicación del edificio, la actividad concreta que se va a desarrollar y la disponibilidad presupuestaria.
Del acierto a la hora de elegir un tipo u otro de cubierta va a depender el grado de aislamiento térmico o acústico que se obtendrá, la óptima impermeabilización, la prolongación de la vida útil o cuestiones más prácticas como la facilidad de montaje.
Las distintas variedades de cubiertas para naves industriales
Actualmente las modalidades de cubiertas para naves industriales más extendidas son:
Cubiertas simples
Están compuestas tan solo por una capa de chapa perfilada de metal (normalmente acero galvanizado)que abarca toda la superficie del techo siendo éstas las más económicas, y por ello se usan mucho como cubiertas temporales. Aunque puede dotárselas de espesores y otras características técnicas para adecuarlas a las necesidades de las naves industriales utilizándose en este caso chapa perfilada prelacada.
Es una opción que tiene como principal ventaja la facilidad de montaje y reparación, con todo lo que ello implica a efectos económicos. Mientras que su principal hándicap es el escaso aislamiento que proporcionan.
Cubiertas Deck
Por contra, las cubiertas deck tienen unas excelentes propiedades en cuanto a aislamiento térmico, que conjugan con unas estupendas prestaciones en impermeabilización. También, a diferencia de las anteriores son multicapa, ya que están conformadas por una chapa, un aislamiento térmico y acústico y otra capa de impermeabilización, y pueden adaptarse además a todo tipo de morfologías sin que se complique su montaje.
Otras importantes ventajas son su reciclabilidad, y que permiten incluir con facilidad climatización, claraboyas y otros elementos en la cubierta.
Asimismo, su calidad propicia que tengan una amplísima vida útil, resultando ideales, por ejemplo, para naves industriales de muy grandes dimensiones ya que al necesitar tan sólo una pendiente de entre el 1 y el 3% la altura de cumbrera no llega a ser demasiado alta con respecto a los pilares de los laterales. Esto propicia que la envolvente de la nave pueda hacerse toda a la misma altura sin gastar en exceso.
Cubiertas Sandwich
Esta modalidad de cubierta es muy recurrente en las naves industriales, al conjugar unas buenas capacidades aislantes con una morfología que facilita una instalación rápida y un acabado decorativo excepcional en diversos colores, e incluso imitando otros materiales como puede ser la madera. Este tipo de material es incluso usado en cerramientos verticales, cambiando un poco su morfología, consiguiendo así un asilamiento total en cualquier edificación industrial. A diferencia de la cubierta deck necesita de pendientes de cubierta del 10% en adelante.
Se puede optar por panel sándwich prefabricado o bien por realizar lo que se llama una cubierta de sándwich in situ, que tendría como soporte una chapa metálica perfilada autoportante de acero, perfil metálico en forma de omega para dejar el espacio para el aislamiento, aislamiento térmico interno y chapa metálica exterior. Lógicamente este tipo de cubierta tiene los puentes térmicos formados por los perfiles de sujeción y por ello sólo es usada en la reconversión o reforma de cubiertas antiguas dónde no se pueda levantar la cubierta existente por diversas cuestiones. Este tipo cubierta se diferencia de la deck en que la capa superior no es una membrana de impermeabilización por lo que requieren de pendientes superiores al 15%.
Las principales ventajas de este tipo de cubiertas son el óptimo aislamiento tanto térmico como acústico, el ahorro energético, la simplificación del montaje, así como el bajo coste de mantenimiento.
A todo ello, habría que añadir la capacidad de absorción de ondas acústicas, lo que se traduce en menos ruido en el interior y también en menor emisión del mismo hacia el exterior de la nave. Mientras que el principal problema puede venir de un mal diseño de cubierta.
Cubiertas autoportantes
La principal cualidad de las cubiertas autoportantes es que no necesitan de estructura de cubierta para su sujeción, apoyando directamente sobre vigas riostras que van de pilar a pilar, quedando un techo mucho más limpio a nivel estético. Además, en contraposición a otros sistemas reparten la carga de la cubierta de modo más uniforme en los cimientos. Por el contrario, está mucho más limitada la luz de pórtico quedando restringida para naves de menor anchura.
Igualmente, al ser más ligeras y no necesitar de estructura soporte, favorecen una reducción en los tiempos de obra, sin que esta mayor liviandad repercuta ni en su resistencia a los agentes atmosféricos ni en sus valores de aislamiento térmico y acústico.
Doblaje de cubierta
Esta solución consiste en colocar otra cubierta de chapa sobre la preexistente, siendo algo que se hace con relativa frecuencia en los casos en los que hay problemas de impermeabilización.
En Anovel tenemos mucha experiencia construyendo naves industriales con cubiertas de todo tipo
En Anovel Ingeniería hemos erigido naves industriales con las principales modalidades de cubiertas que se utilizan a día de hoy en nuestro sector, contando con los recursos técnicos y el know how necesarios para ofrecer la solución adecuada a cada cliente, de acuerdo a las características físicas de lugar de ubicación de la nave, el clima existente y la actividad específica que se va a llevar a cabo en la construcción industrial.
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