En un tipo de edificios como las naves industriales la renovación de aire es clave para la salud interior y ergonomía en el trabajo. De hecho, el número de renovaciones completas por hora que pueden llegar ser necesarias oscilaría entre las cuatro y diez, en función del tipo de construcción y las condiciones ambientales existentes.
Así, vemos que aunque los principios de la arquitectura sostenible induzcan al planteamiento de edificaciones estancas para reducir las perdidas energéticas, lo cierto es que esta aspiración colisiona con este aspecto tan medular para la salud, ya que a mayor estanqueidad del aire más se deteriora su calidad.
Esto además resulta particularmente importante en plantas cuyos procesos de producción o almacenaje liberen muchas partículas nocivas. Por no hablar de la relevancia que tiene actualmente una adecuada ventilación del aire en cualquier espacio cerrado por los motivos que todos sabemos.
La renovación de aire en las naves industriales
La normativa para la ventilación de naves industriales se regula todavía en España por el Real Decreto 486/1997, que entre otros aspectos relativos a la seguridad y salud en el lugar de trabajo establecía las condiciones ambientales mínimas que los espacios han de tener, para que no supongan un riesgo para el personal laboral.
Esta legislación fija un baremo mínimo obligatorio de entrada de aire limpio de 30 m3 a la hora por cada trabajador. De manera, que en una nave que cuente con 20 operarios trabajando simultáneamente la cifra se iría a los 600 m³ por hora. Además, en los casos en los que la actividad desarrollada comporte un mayor enrarecimiento ambiental el índice de renovación se duplicaría hasta los 60 m3 por trabajador a la hora.
Soluciones de ventilación para naves industriales
A la hora de escoger el sistema de ventilación para una nave industrial influyen factores como el caudal de aire requerido, los puntos de entrada del aire exterior y de extracción en el interior, o las corrientes que se pueden generar entre su entrada y su salida, con la vista puesta siempre en evitar las recirculaciones.
Además, en función de la modalidad de nave puede precisarse una extracción constante con respuesta a picos puntuales. O bien, otra rápida y potente, que resulta la más idónea por ejemplo en naves donde haya mucha emisión de humos, poluciones o focos de calor.
Asimismo, al margen de todos estos factores siempre hay que atender a la necesidad que aludíamos al principio de conjugar una óptima ventilación con esa reducción de pérdidas energéticas, que es tan básica para la arquitectura sostenible.
Esto no quita para que los sistemas de ventilación forzada o dinámica sean siempre la solución más segura para dar respuesta a las necesidades de salud interior y ergonomía en el trabajo.
Para forzar la salida del aire en estos sistemas se pueden emplear extractores con motorizaciones de distintos tipos, aunque los más usuales son los de motor centrífugo.
Combinación de ventilación forzada con otros sistemas
Aunque esta ventilación dinámica resulte la más recomendable para naves industriales puede ser factible combinarla con ventilación estática o natural, e incluso con equipos eólicos, siempre que se cumplan los requisitos que hemos referido.
El objetivo último ha de ser garantizar una óptima renovación del aire, para eliminar el contaminado del interior, sustituyéndolo por el fresco y limpio procedente del exterior.
Algo que más allá de resultar fundamental por motivos de salud fortalece la ergonomía en el trabajo. De hecho, en esta línea, hay infinidad de estudios que demuestran la correlación entre un ambiente saludable y una mayor productividad.
Ventilación, eficiencia energética y arquitectura sostenible
En lo que respecta a la eficiencia energética, si bien esta es más sencilla de obtener en condiciones de estanqueidad, lo cierto es que otras alternativas de ventilación a la forzada como la natural tampoco arrojan buenos resultados en este sentido.
Además, hay soluciones como el uso de recuperadores térmicos en las renovaciones de aire que permiten recobrar más de un 95% del calor en estas, no perdiéndose por tanto los recursos energéticos que resultan tan valiosos en aras de la eficiencia.
Igualmente, se pueden implementar otros sistemas que ayudan a tener una ventilación más eficiente, desde los de caudal variable que se adaptan a las necesidades concretas de cada momento, hasta higrorregulables que lo hacen en función del nivel de ocupación de la nave.
Incluso, es posible también valorar el despliegue de estrategias pasivas de bypass para realizar refrescamiento nocturnos.
Conjugamos las necesidades de ventilación con las energéticas
En Anovel Ingeniería tenemos una amplia experiencia erigiendo naves industriales que reúnen todos los requisitos que precisan nuestros clientes, incluyendo los de armonización entre óptima ventilación y eficiencia energética.
Así, conciliamos la arquitectura sostenible con la construcción de naves industriales que cumplen los máximos estándares de calidad, funcionalidad y resistencia. Todo ello sin perder de vista la vertiente estética, ya que somos perfectamente conscientes de la importancia de estas construcciones como emblema corporativo.
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