La creciente adopción de la energía renovable en las naves industriales se enmarca dentro un proceso general de transición energética, que supone un importante desafío a las empresas de todos los sectores.
De hecho, hay unos objetivos concretos de reducción de emisiones que vienen marcados por la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP 2050), que establece que para mitad de siglo la emisión de gases de efecto invernadero se reduzca al 90% con respecto a los niveles de 1990.
Así pues, hay una hoja de ruta clara, si bien siempre pueden surgir imponderables que afecten al plan, como ha sido el caso de la guerra de Ucrania que ha obligado a una resurrección coyuntural del carbón por las tensiones en las cadenas de suministro de gas y petróleo a nivel global.
Aunque esto puede suponer también un acicate a medio plazo para apostar más decididamente por la transición energética en clave verde, que entre sus diversos beneficios tiene el de la autosuficiencia en el abastecimiento de energía.
Aumenta el uso de energías renovables en naves industriales
Como bien sabemos, estas turbulencias en el mercado energético se han traducido en encarecimiento de los costes de suministro para las empresas, lo que explica en buena parte que ellas hayan liderado las estadísticas de instalación de sistemas de autoconsumo a lo largo de 2022, por encima incluso de los hogares.
De este modo, vemos como el maridaje entre naves industriales y energía renovable es cada vez más estrecho, pero hablamos ante todo de sistemas de autoconsumo fotovoltaico, dado que los eólicos tienen un uso limitado, que se circunscribe a procesos muy concretos como la ventilación del edificio, aspecto en el que los extractores eólicos industriales se han revelado como un sistema bastante eficiente y económico.
También, merece una mención especial la utilización de sistemas de aerotermia, que se sirven del aire como fuente de energía renovable, aunque en su caso no para aportar suministro eléctrico sino climatización, tanto refrigeración como calefacción, e incluso agua caliente sanitaria.
Naves industriales y energía renovable: instalación de paneles solares
El autoconsumo fotovoltaico industrial es el modelo que está propiciando la adopción de las energías renovables en las naves. Hay que valorar que el montaje de paneles solares es especialmente fructífero en zonas de Levante como Murcia, donde se pueden llegar a sumar casi trescientos días soleados al año. Lo que reduce los déficits de producción, permite una amortización más rápida de las inversiones y facilita la acumulación de energía, tanto para guardarla en las baterías, como para compensar los excedentes en las instalaciones preparadas para hacerlo, y por las vías que permite la legislación y aceptan las comercializadoras eléctricas.
Con todo, la implantación de los sistemas de batería virtual va a simplificar la gestión energética, incluso en las áreas menos bendecidas por una irradiación solar regular. De manera que cualquier nave industrial que apueste por la energía renovable fotovoltaica con independencia de su ubicación tendrá más que garantizado un suministro eléctrico de calidad, regular, económico y limpio.
Además, habilitar la cubierta como campo solar y montar los sistemas fotovoltaicos no solo es una apuesta ahorrativa en clave verde, sino que también tiene unos importantes beneficios para la imagen corporativa, al permitir a la empresa presentarse ante la sociedad como una organización concienciada con la problemática ambiental.
En este contexto, al igual que el conjunto de la nave supone una obra de arquitectura corporativa que plasma físicamente de manera rotunda los valores de una marca, la presencia en la cubierta de las placas solares también opera a favor de la idea de sí misma que la empresa quiere transmitir.
Ayudas para la instalación de energías renovables las naves industriales
Las subvenciones y bonificaciones existentes son un importante estímulo para optar por abastecer la nave industrial con la energía renovable del sol, como vimos en el post anterior, cuando hablábamos del esencial papel que jugaba la eficiencia energética para poder reducir gastos en los almacenes industriales.
Así, destacamos que la instalación de paneles solares se abarata y se amortiza mucho antes con las subvenciones gubernamentales (gestionadas por las comunidades) con cargo al Fondo Europeo de Recuperación, las deducciones del tramo autonómico del IRPF y las bonificaciones municipales de impuestos como el ICIO o el IBI.
Para hacernos una idea aproximada de lo que pueden suponer estos estímulos, si cuantificamos tan solo las ayudas directas, a una empresa de tamaño pequeño le cubriría hasta el 35% del coste de la instalación.
En Anovel Ingeniería podemos construir naves industriales con cubiertas especialmente preparadas para ser habilitadas como campo solar. Además, elegimos las soluciones constructivas y los materiales más idóneos para garantizar la máxima eficiencia energética; todo ello sin perder de vista la funcionalidad, la optimización logística y la estética de la nave como importante emblema distintivo de la empresa.
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