Certificados energéticos para naves industriales

Certificados energéticos para naves industriales

La certificación energética de naves industriales es un aspecto que suele generar cierta confusión, ya que si bien el Real Decreto 235/2013 establece que los edificios de tipo industrial han de contar con el preceptivo certificado, lo cierto es que la propia legislación prevé excepciones para algunas modalidades de naves.

Concretamente, para aquellas consideradas como espacios de baja demanda energética, por no precisar de un acondicionamiento térmico para asegurar un óptimo confort en este aspecto. Asimismo, también quedarían fuera de la obligatoriedad de tener que pasar auditoría energética las naves que tengan menos de 50 m2 útiles y las que se encuentren catalogadas como edificios de protección oficial.

Sin embargo, esta exención es engañosa, porque en primer lugar la inmensa mayoría de naves industriales tienen zonas de oficinas, salas de espera, zonas de venta o incluso espacios de exposición que requieren de sistemas de climatización o refrigeración, lo que compromete la baja demanda energética que eximía de la certificación.

Además, las condiciones térmicas en las áreas dedicadas a producción, talleres o almacenes pueden obligar igualmente a instalar sistemas de climatización, que entre otras cosas garanticen la salud y el bienestar del personal que allí trabaja. Para ello, existe una regulación al respecto que marca la temperatura concreta en función del tipo de actividad que se realice y las condiciones en las que se haga.

De hecho, este aspecto no ha sido modificado en las últimas medidas aprobadas para fomentar el ahorro energético, pese a la confusión que pueda haber al respecto.

Ventajas de la certificación energética de naves industriales

Pero más allá de la obligatoriedad, disponer de un certificado de eficiencia energética es positivo para una empresa a múltiples niveles, ya que le permite alinearse con valores que actualmente son cruciales para la sociedad como el respeto al medio ambiente, o con necesidades acuciantes que afectan a todos los países europeos ahora mismo como es la reducción del consumo de energía.

Además, como bien sabemos eficiencia energética es sinónimo de ahorro económico, y también una nave industrial que cuenta con el correspondiente certificado gana un importante plus en caso se quiera ponerla en el mercado inmobiliario, ya hablemos de una venta o un alquiler.

La auditoría energética en las naves industriales

Llevar a cabo una auditoría energética en las naves industriales puede ser una magnífica oportunidad para mejorar las instalaciones, por lo que hablaríamos de una inversión más que de un gasto.

Asimismo, conocer exactamente la cantidad de energía que consume un edificio y cómo la gasta es una información muy valiosa, al permitir implementar las medidas de ahorro adecuadas.

Así, una auditoría energética recopila datos de manera exhaustiva, analiza detalladamente el consumo y por último propone medidas para optimizar el gasto de energía de la nave.

Aspectos a analizar en las auditorías energéticas en naves industriales

Cualquier auditoría energética en una nave industrial ha de incluir:

  • Medición de las dimensiones totales de la construcción, incluyendo fachada, suelos, medianeras, huecos, particiones interiores, etc.
  • Comprobación de la envolvente térmica cuyos espacios deban ofrecer unas determinadas condiciones de confort.
  • Diferenciación nítida de cómo se distribuyen los espacios: despachos, puntos de venta y exposición, aseos, pasillos, etc. Este aspecto es fundamental para detectar con precisión las necesidades de climatización e iluminación.
  • Estudio de la iluminación, idealmente computando la potencia en vatios (W) para cada área.
  • Evaluación del consumo diario de agua caliente sanitaria.
  • Análisis de los equipos de aire primario.
  • Análisis de los espacios que dispongan de sistemas de ventilación mecánica para la admisión/extracción de aire.
  • Análisis de la climatización, esto es de todo el equipamiento para calefacción y aire acondicionado, ya que se incluirían tanto los sistemas generales, como los que operan únicamente en un espacio concreto.
  • Comprobación de los mecanismos destinados a la mejora de la calidad del aire en los espacios interiores (por ejemplo los extractores).
  • Verificación de si existen aportaciones complementarias de sistemas basados en energías renovables, como por ejemplo paneles solares.

Una vez que se toman todos los datos se introducen en la herramienta HULC, el procedimiento general reconocido para la certificación energética de edificios, para obtener el correspondiente informe de eficiencia.

Aunque todavía habría una última cuestión importante a dilucidar, si la nave industrial se certifica como gran terciario o pequeño terciario. Ello dependerá de la existencia en los espacios de baja demanda energética de sistemas de climatización por agua en vez de por refrigerante, ya que en caso de que así sea la certificación se hará siempre como gran terciario, mientras que en el otro supuesto sería como pequeño terciario, con independencia del resto de características que pueda tener el espacio.

Construimos naves preparadas para recibir el certificado de eficiencia energética

En Anovel Ingeniería erigimos naves industriales para nuestros clientes que cumplen los máximos estándares en todas las vertientes. Así, realizamos unas construcciones que dan una plena respuesta a las necesidades funcionales derivadas de la actividad que se va a realizar allí. Y también, por supuesto, cuidamos al máximo todo lo que tenga que ver con la eficiencia energética. Para lograrla, aplicamos los planteamientos de la arquitectura sostenible desde el propio diseño de los edificios, elegimos las soluciones constructivas más adecuadas, utilizamos los mejores materiales e implementamos los sistemas de climatización más idóneos para cada caso.

De este modo, nuestras naves industriales cumplen todos los requisitos demandados en las auditorías, pudiendo obtener nuestros clientes el correspondiente certificado de eficiencia energética sin ningún problema, más allá de la obligatoriedad que pueda tener el mismo.

Además, conjugamos la funcionalidad y la eficiencia con la vertiente estética, cuidando al máximo los acabados desde la consciencia de que una nave industrial es uno de los emblemas más poderosos de una empresa, y juega por tanto un importantísimo papel en la imagen de marca que proyecta.

Si necesitas una nueva nave industrial para tu empresa no dudes en confiársela a los mejores especialistas. ¡Contáctanos, nos avalan más de 25 años realizando construcciones industriales con alma propia!