La sostenibilidad es un vector básico en la arquitectura industrial actual, e influye en el diseño y construcción de naves a distintos niveles: planificación de espacios interiores, elección de materiales, aplicación de determinadas soluciones arquitectónicas, configuración del sistema HVAC de ventilación, calefacción y aire acondicionado, etc.
Así, pues, hablamos de un aspecto que determina de manera transversal distintos ámbitos de la construcción del edificio, que empiezan con el propio diseño de la nave industrial con unos espacios distribuidos para mejorar la eficiencia en el flujo de trabajo, ya que esta no solo repercutirá en la eficacia operativa y la productividad, sino que también lo hará en la reducción de una parte estimable del consumo energético, como es el asociado a la realización de tareas de recepción de materia prima, producción, almacenamiento, expedición de mercancías, etc.
Además, la apuesta por la sostenibilidad puede hacer optar por soluciones constructivas como la fachada ventilada, dada su doble cualidad que permite aislar térmicamente el interior de las naves industriales al tiempo que las protege de las corrientes de aire que provocan pérdidas de calor.
Ello hace de este sistema de fachada una de las opciones de cerramiento más eficientes, realizando por tanto una aportación significativa para que la nave industrial sea una construcción sostenible.
Materiales y sostenibilidad de las naves industriales
El ámbito de los materiales es crucial para la sostenibilidad, y permite plantear varias estrategias, incluso con la propia optimización del diseño estructural que minimice el uso que se hace de los mismos, valorando que estos sean cuales sean siempre tienen una huella de carbono asociada a su producción y transporte.
Igualmente, se puede explorar el uso de materiales como el acero reciclado, las distintas modalidades de hormigones sostenibles que hay en el mercado o el concreto sostenible, que en vez de estar compuesto de cemento Portland convencional, con gran huella de CO2, incorpora una variedad baja en carbono o un tipo modificado con materiales de menor impacto ambiental.
Aunque si hablamos de potenciar la sostenibilidad de la nave industrial por la vía de la eficiencia energética, emerge como material clave el panel sándwich para los cerramientos, por sus propiedades de aislamiento térmico que preservan el interior de las temperaturas exteriores, propiciando un menor consumo de climatización. Además, reduce los puentes térmicos y con su montaje hermético da lugar a construcciones estancas a la humedad y el aire.
También, es prefabricado mediante un proceso de elaboración sostenible, y admite la posibilidad de añadir materiales reciclados, siendo el mismo reciclable y con unos residuos asociados muy bajos. A lo que se añade que por su ligereza facilita el transporte, lo que contribuye a su vez a reducir la huella de carbono.
Ventilación y eficiencia energética de la nave industrial
A las naves industriales modernas se las dota de sistemas HVAC que regulan la ventilación, la calefacción y el aire acondicionado.
Este aspecto es importante porque hay un conflicto entre las necesidades de ventilación y el aislamiento térmico, que es más fácil de conseguir en condiciones estancas.
Como tener los interiores de las naves con unas condiciones ambientales óptimas no es negociable por elementales motivos de salubridad, habrá que prever el uso de recursos que mitiguen la pérdida de eficiencia por la ventilación, como por ejemplo los sistemas de caudal variable que permiten ventilar limitadamente de acuerdo a lo requerido en cada momento, o aquellos higrorregulables que operan según el nivel de ocupación de la nave.
También, se puede barajar la instalación de recuperadores térmicos de calor para que no se pierda al renovar el aire; o la realización de refrescamientos nocturnos, para efectuar la ventilación durante las horas más frescas, saneando el ambiente al tiempo que se reduce la temperatura interior y así disminuir la actividad de los sistemas de climatización durante el día.
Igualmente, si las condiciones ambientales en el interior de la nave lo permiten, apostar por techos verdes con vegetación ayudará tanto a purificar el aire como a mejorar la regulación térmica.
Con todo, en el interior de algunas naves puede haber áreas con unos requisitos especiales de refrigeración o frío industrial para que materias primas o productos se procesen y almacenen en unas condiciones especiales de temperatura y humedad, lo que también acaba repercutiendo en el consumo energético, abocando a la elección de soluciones que garanticen la máxima eficiencia en aras de la sostenibilidad y el ahorro.
Naves industriales con cubiertas habilitadas para paneles solares
Los sistemas fotovoltaicos pueden hacer una gran contribución a la sostenibilidad de la nave industrial, al permitir generar de una fuente limpia y renovable parte del suministro eléctrico que precisa, en un porcentaje que variará en función de la actividad que se desarrolle, ya que no es lo mismo una pequeña construcción dedicada al almacenamiento que una gran planta de producción de consumo electrointensivo.
Pero para que se puedan instalar módulos fotovoltaicos en las naves industriales se requerirá el planeamiento de cubiertas preparadas para habilitar un amplio campo solar, capaz de acoger un elevado número de paneles potentes, debido a que estaríamos hablando de generar una cantidad de vatios bastante superior a la que pueden precisar casas o edificios residenciales.
Regulación de climatización e iluminación de las naves industriales
Hay sistemas y tecnologías que también ayudan a la optimización del consumo energético de la nave, y por tanto a su sostenibilidad medioambiental.
En el campo de la climatización, los termostatos inteligentes se regulan atendiendo a las necesidades cambiantes que puedan darse en las distintas horas del día, en vez de preservar unos valores térmicos homogéneos.
Un problema recurrente en las naves industriales de techos altos es la generación de lo que se conoce como estratificación térmica, con el aire más caliente quedándose en las capas superiores. Para evitarlo hay opciones como los ventiladores HVLS, que distribuyen el aire de manera uniforme, evitando así tener que recurrir a los sistemas de climatización para compensar estos desequilibrios.
En lo que respecta a la iluminación, más allá de que se pueda haber emplazado y diseñado la nave para que reciba una buena aportación de luz natural, lo cierto es que las instalaciones LED conllevan un ahorro bastante significativo. Al igual que la automatización mediante sensores de presencia que activen el encendido al detectar a personas, evitando que queden luces prendidas de manera superflua.
Todas estas medidas que hemos visto estarían comprendidas en el diseño, construcción y equipamiento de las naves industriales para hacerlas más sostenibles. Pero habría otras más que se pueden adoptar, que irían desde la incorporación de maquinaria eficiente hasta la implementación de una operativa de trabajo que reduzca los tiempos de almacenamiento. Y ello solo en la vertiente energética de la sostenibilidad, ya que por ejemplo también estaría todo lo referente al consumo de agua que merecería un post aparte.
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