La ventilación en la nave industrial es un aspecto medular por cuestiones de seguridad y ergonomía en el espacio de trabajo, lo que explica que este ámbito esté regulado por la legislación de manera muy prolija.
Así, la normativa laboral establece un nivel mínimo de entrada de aire limpio de 30m3/hora por trabajador. Lo que determina que, por ejemplo, la ventilación en una nave industrial en la que operen 10 trabajadores haya de alcanzar los 300m3/h. Eso siempre que no se lleven a cabo unas actividades que impliquen un empeoramiento de las condiciones ambientales, en cuyo caso el índice de renovación se elevaría hasta los 60 m3/h.
Esto aboca a unas ventilaciones completas en las naves industriales que fluctuarían entre las 4 y 10 veces a la hora, según la modalidad concreta de edificio industrial que se trate, el tipo de trabajo que se desarrolle y otros factores que puedan determinar las condiciones ambientales.
Como ya pudimos ver en un post anterior, las necesidades de ventilación de la nave industrial colisionan con un objetivo básico para la arquitectura sostenible actual como es la reducción de las pérdidas energéticas, esto es el aislamiento térmico requerido tanto en verano como en invierno para preservar la temperatura interior del calor estival o el frío invernal.
Sistemas de ventilación en una nave industrial
Así pues, se trataría de elegir una solución de ventilación de la nave industrial que permita conjugar los requisitos sanitarios, de seguridad y ergonómicos, con los de aislamiento y confort térmico.
Igualmente, a la hora de elegir el sistema de renovación de aire han de tenerse en cuenta aspectos técnicos como:
- El caudal que se precisa para una ventilación completa de la nave industrial.
- Puntos de entrada del aire procedente del exterior y de extracción del viciado del interior.
- Hipotéticas corrientes que se puedan producir en todo el circuito de entrada y de salida, para evitar recirculaciones que comprometan el proceso de renovación.
Asimismo, en naves industriales en las que haya máquinas que aumenten mucho el calor, se expidan humos en abundancia o poluciones insalubres habría que optar por sistemas extractivos que compatibilicen la potencia con la rapidez operativa.
Mientras que para construcciones en las que no se den estas circunstancias puede optarse por una solución que propicie una extracción sostenida, que sea capaz también de afrontar picos puntuales en las necesidades de ventilación de la nave industrial.
Sistemas de ventilación dinámica para naves industriales
Con la vista puesta en la seguridad y la ergonomía en el trabajo, los sistemas de ventilación dinámica o forzada son la opción más fiable.
Además, hay varias alternativas en tipos de extractores, y es una solución adaptable que admite la combinación con otras ventilaciones como las que funcionan mediante equipamiento eólico, e incluso con el modelo contrario de ventilación estática o natural.
También, una vez comprobada la adecuada ventilación en la nave industrial, es factible implementar fórmulas para conseguir una mayor eficiencia energética como el recurso a los aireadores adiabáticos, que hacen más agradable el ambiente interior al refrescarlo con agua pulverizada. Con ello, se consigue limitar el uso de aires acondicionados en verano, con el consiguiente ahorro. Aunque siempre que se verifique que hay una buena ventilación de aire, ya que de lo contrario toda esa humedad ambiental puede ser un caldo de cultivo muy insalubre.
Hay que valorar igualmente que la eliminación del aire viciado del interior y su sustitución por el fresco del exterior no es solo fundamental por cuestiones de salud y de cumplimiento legal, sino que también las condiciones ambientales existentes tienen una acreditada repercusión en la productividad, algo que no debe sorprender si atendemos a la influencia de la ventilación en la ergonomía y el confort en el puesto de trabajo.
Recuperadores térmicos y ventilación de naves industriales
Antes hemos apuntado que las condiciones ideales para evitar las pérdidas energéticas son las estancas, pero dados los requisitos de circulación de aire en cualquier espacio, y más si este es industrial, hay que buscar otras fórmulas para asegurar un buen aislamiento térmico sin tener que abusar de sistemas de climatización que tienen los inconvenientes de consumo que sabemos.
En este contexto, el uso de recuperadores térmicos emerge como una opción muy interesante, debido a que pueden llegar a recobrar porcentajes de hasta el 95% del calor en los procesos de renovación de aire.
Con todo, hay igualmente otros sistemas para la ventilación de la nave industrial que pueden resultar muy valiosos según las características concretas de la construcción:
- Sistemas de caudal variable: se adaptan a las necesidades concretas de renovación que pueda haber en cada momento.
- Sistemas higrorregulables: funcionan según el grado de ocupación que tenga la nave.
- Sistemas de bypass: para desarrollar estrategias pasivas de refrescamiento en momentos que interesen particularmente, como por ejemplo por la noche.
Conciliamos la ventilación de la nave industrial con la eficiencia energética
Como especialistas en arquitectura industrial, en Anovel Ingeniería somos muy conscientes del reto que implica armonizar una óptima ventilación de las naves industriales con la eficiencia energética.
Para afrontar este y otros desafíos, apostamos por unas soluciones constructivas y unos materiales que dan una plena respuesta a las necesidades específicas de cada nave industrial en todos los ámbitos, ya sea el medular de la renovación de aire, el no menos clave de la reducción de pérdidas energéticas, la vertiente funcional que está en el centro de cualquier proyecto e incluso la dimensión estética, fundamental en la arquitectura industrial actual.
Por ello, si tu empresa precisa una nueva nave y quieres que cumpla todos los requisitos no dudes en confiársela a Anovel Ingeniería. ¡Contáctanos, nos avalan más de 25 años haciendo naves industriales con alma propia!