Pautas a la hora de poner en marcha una nave industrial recién construida

Pautas a la hora de poner en marcha una nave industrial recién construida

En este post vamos a centrarnos en el arranque del funcionamiento de las naves industriales, una vez concluido su proceso de construcción, haberlas dotado de los distintos equipamientos necesarios y, por supuesto, estar gestionados todos los permisos, como la licencia de actividad u otros adicionales que puedan precisar industrias de ciertos sectores, por ejemplo el de la alimentación.

Partimos de la base que se han adoptado también los protocolos para el cumplimiento de las normas de seguridad laboral y la normativa medioambiental, así como establecido planes con procedimientos de emergencia para responder a las distintas contingencias que pueden darse.

Igualmente, asumimos que se han planificado flujos de trabajo eficientes, que maximizan las oportunidades de automatización, y que los mismos se articulan de acuerdo a un diseño de los distintos espacios de la nave que se han optimizado para tal fin. Sin olvidar, tampoco, tener previsto todo lo relativo a la gestión de residuos.

Se han probado máquinas, equipos y sistemas, capacitado al personal para su uso y ya está planificado el mantenimiento preventivo de la infraestructura y maquinaria.

Si a todo lo anterior, añadimos la comprobación del correcto funcionamiento de los sistemas de comunicación y monitoreo, podemos decir que la nave industrial recién construida estaría lista para iniciar su actividad.

Pero ahora bien, una vez cumplidos estos requisitos ¿Cómo habría de ser esa puesta en marcha de las naves industriales? En aras de la seguridad y la eficiencia operativa, el enfoque durante los primeros días de actividad debe centrarse en la observación detallada de los distintos procesos de trabajo, con la vista puesta en la detección temprana de problemas, ineficiencias, anomalías así como de potenciales mejoras a implementar.

Con estos y otros objetivos en mente, se procedería a:

1-Monitorización constante de equipos

Más allá de las inspecciones y pruebas iniciales, al menos durante los primeros días es clave comprobar si maquinarias, equipos y otros recursos operan según lo esperado, sin comportamientos extraños ni ruidos anómalos o vibraciones, que pueden ser síntomas indicativos de algún problema subyacente.

Convienen valorar que si bien el mantenimiento preventivo pueda estar planificado a más largo plazo, es siempre recomendable realizar revisiones tempranas de las máquinas y sistemas eléctricos después de los primeros días en funcionamiento, para detectar cualquier problema menor antes de que se convierta en otro mayor.

2-Evaluación de procesos de trabajo

Se debería de comprobar además que la distribución de los espacios esté funcionando según lo previsto, sin que se produzcan cuellos de botella, que eventualmente pueden requerir ajustes en el layout para optimizar el flujo de trabajo y maximizar la eficacia operativa.

Igualmente, cabría revisar los flujos de las distintas áreas de producción, envasado, almacenamiento o muelles de carga y descarga, evaluando además que su integración conjunta es la adecuada para un buen funcionamiento del proceso operativo global.

3-Comprobaciones de seguridad a tiempo real

Habría que chequear el funcionamiento de los distintos sistemas de seguridad clave, desde los de protección antiincendios hasta los de ventilación,que permiten la existencia de un ambiente salubre.

Es crucial verificar in situ el cumplimiento de los planes de seguridad, comprobando que el personal se atiene a los protocolos y medidas establecidas, como por ejemplo en cuanto al uso de los equipos de protección individual que puedan requerirse.

Asimismo, también cabría revisar que estén adecuadamente desplegadas las señalizaciones de seguridad correspondientes a las distintas áreas de la nave.

Además, durante estos primeros días puede ir muy bien hacer simulacros de emergencias con evacuaciones, para cerciorarnos que el personal está adecuadamente preparado, sabe cómo actuar y sigue todos los procedimientos establecidos. Cabe valorar, que una realización temprana de este tipo de acciones sirve para revelar posibles deficiencias en los planes de seguridad, y poder corregirlas con la máxima celeridad.

4-Capacitación continua y captación de feedback

Aunque el personal ya se encuentre formado y capacitado, no está de más reforzar la formación al principio para afinar su manejo de las máquinas o sistemas y su conocimiento de los procesos operativos, con independencia de que se haga un esfuerzo especial de supervisión de su actividad a lo largo de las primeras semanas.

Pero también resulta crucial escuchar las sugerencias de los que están en primera línea, por la sencilla razón de que aportan un valioso feedback sobre ineficiencias operativas, problemas organizativos y, más importante todavía, acerca de potenciales peligros.

5-Seguimiento del consumo energético

Durante estas primeras semanas de puesta en marcha sería muy buena idea comprobar el consumo de energía de los sistemas de iluminación, climatización, maquinarias… con el foco puesto en si su eficiencia energética es la prevista.

Esto por un lado puede servir para detectar de manera temprana fallos en alguno de los sistemas, y por el otro para identificar áreas de mejora en lo que a gasto energético se refiere, de cara a estudiar la implantación de medidas como, por ejemplo, soluciones LED o sensorizaciones con detectores de presencia que permitan reducir el consumo de luz.

En este sentido, los softwares BMS pueden resultar de gran ayuda, ya que permiten monitorizar a tiempo real y gestionar el consumo de los sistemas HVAC de calefacción, ventilación y aire acondicionado.

6-Registro de incidencias y auditoría inicial

De igual modo, los distintos softwares especializados que hay en el mercado pueden hacer una gran contribución a la hora de llevar un registro de las operaciones diarias, que recopile las incidencias surgidas y las soluciones implementadas. Pero sobre todo, sirven para el control de indicadores clave como los tiempos de producción y para evaluar la eficacia operativa, el consumo energético, las incidencias de seguridad, etc.

Hablamos de sistemas MES de gestión de producción, de los CMMS para la del mantenimiento,de soluciones ERP para la planificación de recursos e incluso de herramientas de Business Intelligence (BI), orientadas a la recopilación de datos a tiempo real y la obtención de informes sobre indicadores clave.

También, iría muy bien una auditoría inicial post arranque tras las primeras semanas, para asegurar que todo está funcionando correctamente, con el foco puesto especialmente en el estado de maquinarias y recursos, la eficiencia de los procesos, la seguridad y el bienestar del personal así como el cumplimiento normativo a todos los niveles.

Esperamos que le hayan sido de utilidad estas pautas para poner en marcha una nave industrial recién construida, unas recomendaciones que son fruto de nuestra amplia experiencia en la realización de este tipo de construcciones.

Si necesita una nueva nave industrial para su empresa, desde Anovel Ingeniería podemos ofrecerle una cobertura integral que abarque desde el diseño del proyecto y su ejecución al completo hasta la gestión de los diferentes permisos, incluyendo la licencia de actividad que permite que el edificio comience a funcionar. ¡Cuente con nosotros, nos avalan décadas de trayectoria!